COVID-19 | Encuentro con la Dra. Olimpia de la Rosa, Médicos Sin Fronteras

COVID-19 | Encuentro con la Dra. Olimpia de la Rosa, Médicos Sin Fronteras

El pasado lunes 8 de abril, técnicos/as de hasta 60 organizaciones se dieron cita en el coloquio online con la Doctora Olimpia de la Rosa, de Médicos Sin Fronteras, una actividad organizada conjuntamente por la Fundación La Merced Migraciones, Sira y GAC.

El encuentro consistió en una introducción de la profesional sanitaria acerca de aspectos generales del COVID-19 con orientación práctica a las entidades y profesionales diversas,que se dedican a la intervención o el acompañamiento a personas, con posterior resolución de dudas y diálogo con la doctora. Reproducimos el contenido a continuación:

El COVID-19 es una enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Sus principales formas de transmisión son las gotas respiratorias y mucosidad que emitimos las personas al toser o hablar, y por contacto con una superficie contaminada con esas gotas respiratorias. Por tanto, no es una enfermedad que viaje por el aire (la vía de contagio no es aérea)

Sin embargo, nuestro propio cuerpo puede convertirse en vehículo de contagio si ha sido expuesto a esas gotas respiratorias. PRINCIPALES FOCOS DE CONTAGIOS: las manos (que entran en contacto con) los ojos y en la boca. Todas son formas de entrada para el virus en nuestro sistema sanguíneo.

SÍNTOMAS

La doctora Olimpia de la Rosa ha especificado dos aspectos importantes en torno a la sintomatología del COVID-19. El primero de ellos hace referencia a la gravedad variable de estos síntomas. Así, la mayoría de las personas afectadas tienen síntomas leves o moderados, entre el 30 y el 40% requieren hospitalización y un 5% por ciento cuidados intensivos* (no he podido ver la fuente en la presentación…)

El segundo hace alusión a las DISTINTAS MANIFESTACIONES SINTOMÁTICAS del virus, las más frecuentes son: fiebre (superior a 38º), tos (seca), dificultad respiratoria (disnea), diarrea, dolor de garganta o vómitos. Otros síntomas graves pueden ser la neumonía o el distrés respiratorio agudo (SDRA) Las personas infectadas suelen presentar mezcla de síntomas en los casos de COVID-19.

Factores de riesgo

La experiencia dice que son las personas sintomáticas quienes más contagian el virus. (el riesgo en casos asintomáticos es reducido) El COVID-19 posee mayor virulencia en función de determinadas variables, como pueden ser la edad (a partir de 60 años), el sexo (como para otras enfermedades) o las enfermedades previas.

CUADROS MÉDICOS DE MAYOR RIESGO: problemas cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas – incluyendo asma moderado y severo o hipertensión – son aquellas que tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad hasta escenarios más graves e, incluso, letales. Es importante diferenciar este hecho de que no son más susceptibles de ser contagiadas, porque todas las personas lo somos, sino que su desenlace puede ser peor que en cualquier otra persona.

Medidas de protección

LAVADO DE MANOS

Con frecuencia, con agua y mucho jabón durante al menos 20 segundos.

MEDIDAS DE HIGIENE RESPIRATORIA

Cuando se estornude o se tosa, se deberá cubrir la boca y la nariz con un pañuelo al hacerlo o, en su defecto, con la parte interior del codo.

OJOS, NARIZ y BOCA

Las manos son uno de los principales canales de contagio del COVID-19 y de entrada del virus al organismo, junto con los ojos y la boca. Las manos tocan muchas superficies y pueden entrar en contacto con el virus en superficies y en cuerpos de otras personas. Como prevención, es recomendable evitar tocar ojos, nariz y boca.

DISTANCIA DE SEGURIDAD

Mantener una distancia segura de al menos un metro (esta distancia es el recorrido medio que tienen las gotas respiratorias al emitirse cuando se habla, tose o estornuda)

PROTOCOLO EN CASO DE ENFERMEDAD

En este caso, la mayor medida de prevención es informar lo antes posible a las personas de tu alrededor de qué es lo que te pasa.Si se tienen síntomas similares a la gripe y derivan en malestar, llama a tu centro de salud. Extremar las medidas de protección previamente descritas, evitando contacto con otras personas (autoaislamiento).

Aislamiento sin habitación individual

En los casos en los que, por infraestructura o medios, no se pueda producir el aislamiento de la persona enferma, se ha de realizar la separación de enfermos y sanos. Es importante separar los circuitos “limpio” “sucio”

En este escenario, el distanciamiento se recomienda que sea de más de un metro y se ha de evitar el contacto físico directo (dar la mano, abrazos, besos…) y compartir objetos personales (toallas, utensilios de cocina, productos de higiene…) En el mismo dormitorio, se han de separar las camas más de un metro.

El cuidado de la higiene del entorno también se convierte en otro punto clave en la prevención de contagio y propagación del virus en el entorno. De esta manera, se recomienda la limpieza frecuente de superficies, habitaciones, baños (tras su uso), el lavado de ropa a entre 60 y 90º C y la ventilación de la habitación.

Las principales superficies del entorno de las que se puede estar más pendiente por el uso frecuente son, por ejemplo, los interruptores de la luz, los pomos o manijas de las puertas y, en el caso de un puesto de trabajo que sea utilizado por varias personas, el ordenador, teclado, pantalla y ratón. En el caso de las personas que se hayan infectado también los platos, vasos, toallas…etc.

Para la higiene personal, además de las medidas anteriormente citadas (distancia de seguridad, lavado frecuente y prolongado de manos….), se ha de procurar mantenerse sano y notificar cualquier síntoma a la mayor brevedad posible.

Aislamiento – Convivencia sin supervisión

En estos contextos, los espacios de convivencia deben disponer de una persona focal, quien debe garantizar el seguimiento de las recomendaciones y medidas de prevención, así como el chequeo y triaje continuado de los síntomas en el entorno. El objetivo fundamental para la persona focal es prevenir los contagios y, con ellos, el inicio de propagación del virus.

Para la limpieza de espacios, objetos y superficies de frecuente uso y posibles continentes del virus, se puede recurrir a productos asequibles mezclados de forma adecuada. Por ejemplo, la lejía, disuelta en agua en dilución 1:50 (1 parte de lejía y 49 partes de agua)

Es importante recordar que la lejía es un producto de limpieza y desinfección, pero no por ello deja de ser tóxico para las personas. Por tanto, no se ha de exceder su uso en la mezcla porque tampoco garantiza una desinfección mayor y puede convertirse en perjudicial para la salud su abuso.

PREGUNTAS:

MASCARILLAS DE TELA

Las mascarillas de tela:

NO evitan la transmisión del virus.

NO son una medida de prevención de eficacia probada.

NO ayuda si no se siguen con rigor las medidas de distanciamiento, higiene de manos y precaución de no tocarse las manos o llevárselas o boca y ojos.

Pueden ayudar a tomar conciencia al tapar la principal vía de contagio y tomar más medidas de protección

REUTILIZACIÓN DE MASCARILLAS

– Las mascarillas médicas (las llamadas mascarillas quirúrgicas y respiradores), en momentos de escasez, se pueden usar más allá del tiempo recomendado y el período de caducidad. Hay que evitar reutilizar mascarillas que se encuentren visiblemente manchadas.

– Las mascarillas con respirador con o sin válvula se utilizan unas 4 horas en condiciones normales. Se puede prolongar su uso hasta una jornada laboral si no se detecta que estén muy húmedas o visiblemente manchadas en situación de escasez.

– La reutilización sólo debe hacerse por parte de la misma persona y evitando el contacto con las mucosas al ponérsela y quitársela. La mascarilla puede ser contenedora del virus, lo retiene. Por ello, se ha de evitar que la mascarilla entre en contacto con las vias de contagio. (ojos, boca…) Las mascarillas deben ponerse y quitarse (sin entrar en contacto con la tela). Es importante informarse de cómo y cuándo ponerse y quitarse la mascarilla para evitar contagios.

CONTROLES DE ENTRADA Y SALIDA Y TRABAJO

– Se recomienda disponer de controles de entrada y salida estrictos de las personas `para asegurarse de que no tienen síntomas.

– En caso de encontrarse mal o de dudar del estado de salud, no se debería ir a trabajar.

PRUEBAS Y TEST DE COVID-19

Los test PCR suelen poder diagnosticar positivos a partir de los 3 o 4 días de presentar síntomas, aunque puede prolongarse hasta los 7 días para identificar el virus para el diagnóstico.

En los casos en que el test dé negativo en un primer momento, pero se trate de una persona con un historial médico sospechoso, el período de espera debería ser de entre 5 y 7 días desde el comienzo de los síntomas.

No estaría justificado que todo el mundo que no tenga síntomas se hiciese el PCR ya que sirve para detectar la presencia de virus en el cuerpo y puede ser negativa cuando se está en vía de curación o en fases muy tempranas. Hay tests que detectan los anticuerpos. Su uso en estos casos es para identificar si se ha pasado el COVID-19. Los test de anticuerpos pueden servir para ver si se ha pasado la enfermedad y se desconocía.

La PCR se usa también con los pacientes de alta hospitalaria. En estos momentos, se espera un plazo de unos 14 días, al menos 7 días desde el comienzo del COVID-19 más una mejora de la sintomatología para decretar que ya no se padece (test de alta)

Si no tenemos síntomas, lo más probable es que no estemos enfermos

TIEMPO DE PERMANENCIA DEL VIRUS EN SUPERFICIES

Según qué superficies y las condiciones de humedad y temperatura, el virus puede permanecer más o menos tiempo. En condiciones de laboratorio, para virus similares se ha visto que en el caso del aluminio, por ejemplo, pueden ser entre 2-8 horas, pero en otras superficies metálicas, como el dinero, o el cobre, puede alcanzar las 7-8 días.

POSIBILIDAD DE INMUNIZARSE

Ya se sabe que cuando se afronta el COVID-19, el organismo va generando anticuerpos para protegerse, pero se desconoce por cuánto tiempo. Los meses inmediatos se es inmune, pero no se sabe hasta cuándo se prolonga ese estado. Esta enfermedad no se sabe si da inmunidad de por vida, aunque lo más probable es que de una inmunidad temporal, como la gripe u otros coronavirus.

MEDIDAS EXCEPCIONALES PARA EMBARAZADAS

Las mismas que para el resto de la población. No hay que preocuparse por la transmisión de la enfermedad al feto ni por adoptar ninguna medida excepcional más allá de las mencionadas para la población general.

ESCENARIO ACTUAL – OPINIÓN DE Dña. OLIMPIA DE LA ROSA

El escenario actual es difícil de controlar. Se está tratando de hacer los test anticuerpos para saber si hemos tenido la enfermedad, aunque no lo hayamos notado y tener mejor idea de cuánta población se ha contagiado (y podría ser inmune). Ahora, estamos en vías de reducir la transmisión con las medidas de confinamiento.

El estado de confinamiento no se puede prolongar durante meses. La evolución de la epidemia en España dependerá de cómo se haga la salida del confinamiento (no se descarta posibilidad de nuevos contagios una vez se haya hecho la salida) . Hasta que no tengamos una vacuna, y eso no va a ocurrir en los próximos meses, sólo se podrá contener la epidemia con medidas de higiene, cierto grado de confinamiento y una detección rápida de pacientes y contactos.

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